El viernes 22 del corriente, a partir de las 21, en el Teatro de la Fundación, Güemes 434 se presentará la agrupación bajo la dirección de Elizabeth Vergara Gallego.
Bajo la dirección de Elizabeth Vergara como directora invitada, el viernes 22 de marzo a las 21, la Orquesta Sinfónica de Salta brindará un nuevo concierto en el Teatro de la Fundación, Gral. Güemes 434.
Durante la velada, se interpretará “Piruca y yo” de Gilardo Gilardi y la Sinfonía Nro. 38 “Praga” de Wolfgang Amadeus Mozart.
Las entradas se encuentran disponibles a la venta en la boletería del Teatro de la Fundación.
Sobre su compositor y la obra
Gilardo Gilardi (1889-1963) fue un destacado compositor, director de orquesta y pianista argentino. Nació el 13 de junio de 1889 en Buenos Aires, Argentina. Es conocido por su contribución al desarrollo de la música clásica en Argentina y por su influencia en la educación musical en su país.
Gilardi estudió en el Conservatorio Nacional de Música en Buenos Aires, donde más tarde también enseñó. Fue un defensor del nacionalismo musical argentino y trabajó activamente para promover la música clásica en su país. Es conocido por sus composiciones, que abarcan una variedad de géneros, incluyendo música de cámara, música sinfónica, música vocal y música para piano. Además de su trabajo como compositor, Gilardi también fue un director de orquesta muy respetado y actuó en numerosos conciertos en Argentina y en el extranjero.
Entre sus obras más conocidas se encuentran «Pregón de los jardineros», «Las estrellas», «Piruca y Yo», «Canción del arroyo», entre otras. Gilardo Gilardi dejó un legado duradero en la música argentina y sigue siendo recordado como uno de los músicos más importantes del país.
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) Compositor austriaco. Fue un niño prodigio que a los cuatro años interpretaba melodías sencillas y componía pequeñas piezas. Genio absoluto e irrepetible, su música conserva intacta su frescura y capacidad para sorprender y emocionar. Franz Joseph Haydn manifestó: «el más grande compositor que conozco, en persona o de nombre». Beethoven también confesaba su veneración por Mozart. Se considera que Mozart y Beethoven son precedentes del romanticismo, han sabido expresar en sus obras lo que las palabras son incapaces de insinuar.